1. Riega con cuidado: Es mejor regarla por inmersión (colocándola en un recipiente con agua hasta que absorba bien). Después, no vuelvas a regar hasta que la tierra esté completamente seca.
2. Encuentra su lugar ideal: Coloca la poinsettia en un sitio fijo y no la cambies de lugar constantemente.
3. Aléjala de la calefacción: No la pongas cerca de corrientes de aire caliente ni donde reciba calor directo de la calefacción.
4. Evita mojar las hojas: Cuando riegues, asegúrate de que el agua no toque las hojas, ya que pueden dañarse.
5. Pódala después de Navidad: Una vez pasada la temporada navideña, recorta las ramas para prepararla y disfrutarla de nuevo el próximo año.
6. Dale luz, pero sin exceso: Colócala en un lugar con buena luz natural, pero evita el sol directo, ya que puede quemar las hojas.
7. Cuida la temperatura: La poinsettia necesita temperaturas estables, entre 15 y 22 grados. Evita exponerla al frío o a cambios bruscos.
8. Asegura una buena ventilación: Procura que el ambiente no sea demasiado cerrado para prevenir problemas con hongos.
¡Con estos cuidados, tu poinsettia estará en perfectas condiciones y lista para acompañarte durante más tiempo! 🌺